domingo, 28 de noviembre de 2010

No importa que tan lento vayas, lo importante es nunca detenerse.

No importa lo lento que vayas, lo importante es no detenerse nunca.

Por muy cansado que estés, sea el motivo que sea, una carrera, una lucha por algo, un perseguimiento de un sueño, o simplemente la vida misma…

No te pares nunca, no tires la toalla, no te quedes mirando en el horizonte, mira mucho más allá, piensa en el premio de esa carrera, piensa por lo que estas luchando, piensa en tu sueño, piensa en vivir un instante más de pie y no de rodillas.

Piensa en lo que realmente te motive, y aunque bajes el ritmo, y vayas más lento, no te pares nunca.


Marta

miércoles, 24 de noviembre de 2010

PROMESAS

Cosas, realmente insignificantes para tantos, pero tan presentes en nosotros. Pueden hacerte tanto, tanto daño con una de estas. Promesas que van desde regalarle a tu mejor amiga en la guardería sus gusanitos favoritos, hasta prometerle a tu abuela que la vas a llevar siempre contigo. Desde un para siempre, hasta un nunca más. Promesas enormes, otras menos importantes, otras insignificantes, otras que apenas son promesas, algunas difíciles de cumplir, y otras muy fáciles, algunas que duran años, y otras que son para toda la vida. Promesas a amigos, a padres, a compañeros, promesas a la persona más importante de tu vida, promesas a tí mism@. Muchas de ellas se cumplen, pero otras, no. Y cuando esto ocurre, ya nada podemos hacer, podemos ponernos a llorar, patalear o gritar, que nada nos va a devolver la confianza que teníamos antes de romperla.

Alba Rojas

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Imposible o improbable?


La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene ni facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puesto a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la ética. El amor, las relaciones, los sentimientos, no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de cosas imposibles, sino de cosas improbables.

marta.